Hay muchas verduras que se adaptan perfectamente para ser
relleno de lasagna: acelga, espinaca, berenjena, zapallito verde, zucchini, etc.
Depende de tu gusto lo que quieras ponerle. La cebolla es un perfecto
acompañante y sirve para “engordar” la comida sin agregar calorías, lo mismo
que el repollo blanco.
Acelga y/o espinaca - Ingredientes
1 cebolla mediana (del tamaño de tu puño).
1 diente de ajo.
1kg de acelga y/o espinaca hervida*.
Salsa de tomate.
1 cucharada sopera de aceite.
1 cucharadita de té al ras de sal.
1 o 2 pizcas de pimienta.
1 pizca de nuez moscada.
Ponés en una sartén más o menos generosa -o sea grandecita-
las cebollas cortadas en cuadraditos pequeños con el aceite para desflemar.
También agregás el ajo cortado lo más chiquito posible. Recuerdá revolver de
vez en cuando para que toda la cebolla logre adquirir el aspecto transparente
que nos indica que debemos iniciar el siguiente paso.
Con la espinaca y/o la acelga ya hervida, enfriada y colada,
la cortás para que quede trozada y la incorporás a la cebolla que se está
cocinando en la sartén. Colocás la sal, la pimienta (blanca o verde, si me
preguntan) y la nuez moscada. Si querés le podés agregar unas pizcas de jengibre,
pero depende de tu gusto.
Ahora viene el armado de la lasagna. Para ello buscás una
fuente cuadrada o rectangular. Primero colocás un colchón fino de salsa y ponés
la primera capa de masa. Tratá de que no se junte la masa porque eso hace que
le cueste más cocinarse. Luego le colocás salsa arriba, pintándola con
generosidad. Colocás una capa del relleno de 1cm de grosor. Luego colocás otra
capa de masa, la pintás con abundante salsa para que humedezca bien la pasta y
colocás otra capa de relleno. Repetís el procedimiento según tu gusto, aunque es preferible 2 o 3 capas de relleno, no más.
El último nivel tiene que ser de masa, como los sandwichs
que tiene sus tapas de pan.
Arriba podés ponerle la parte de la salsa que sea
más espesa o podés preparar un queso de papa* y le rociás levadura seca. En la opción vegetariana,
podés ponerle salsa blanca** y gratinarla con queso rallado, como también podés
ponerle queso mantecoso cortado en fetas finitas sobre cada capa de relleno.
Llevás al horno por 20 a 25 minutos (fíjate en el paquete de
las masas de lasagna) y luego apagás el horno y la dejás dentro otros 10
minutos más. Luego servís en porciones del tamaño de la palma de tu mano.
Otras versiones
Podés reemplazar la acelga y/o espinaca por 1 berenjena del
tamaño de 2 puños, o 2 zapallitos zucchini, o 2 zapallos verdes. En éstos casos
la pimienta negra va mucho mejor con los cabores.
En el caso de hacerla de zapallo calabaza o inglés, no le
pongás cebolla y/o el ajo. Mejor utilizá repollo blanco como reemplazante,
porque suma cuerpo y textura pero no influye tanto en el sabor. En relación a
los condimentos, disminuiría la cantidad de pimienta y nuez moscada (no así el
jengibre, si has decidido usarlo). Agregá una cucharada de azúcar o mascabo y
si quierés darle un toque gourmet, tomates deshidratados estacionados en oliva
durante 1 semana.
Buen provecho!!!
Notas
* Pronto publicaré unas recetas de quesos y mayonesas veganas que te salvan un montón de comidas.
* Pronto publicaré una receta para salsa blanca en su versión clásica y una para microndas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario