viernes, 4 de abril de 2014

Tarta de Cebolla y Queso

Esta tarta es una excelente opción para una vida simple. La base es la cebolla y el queso, pero se adapta a muchos otros ingredientes. Se puede hacer con choclo, pollo, verengenas, jamón, zapallo italiano (zucchini), etc. Y se puede "engordar" con repollo: blanco para las personas discretas; morado para quienes prefieren darle color al relleno.

Tarta de Cebolla y Queso - Imagen iustrativa


Porciones: la Básica son 4 porciones. La que incluye Opcionales, puede rendir hasta 8 porciones, según los hábitos de alimentación. El tema de las medidas, tanto de las porciones como de los ingredientes es un tema que incluye intuición y reglas establecidas hace ya mucho tiempo.

Ingredientes
- Masa de tartas.*
- Cebollas 3 medianas (del tamaño del puño de tu mano).
- Queso mantecoso 150gr.
- 2 huevos.
- 1 cucharadita de té al raz de Sal.
- 1 o 2 pizcas de pimienta.
- 1 cucharadita colmada de polvo para hornear.
- 2 o 3 pizcas de nuez moscada (aunque podés ponerle más, como me gusta a mi).
- Si te pinta 1/2 cucharadita de té de jengibre.
- 2 cucharadas soperas de Aceite (de oliva o maíz).

Opcionales
- Choclo en granos o en crema (1 lata o 2 puños).
- Pollo cortado en cuadraditos (para salvar las sobras y rescatar la pechuga que nadie quiere).
- Berenjenas y/o zapallo italiano y/o zapallo redondo, cortado/s en cuadraditos.**
- Repollo cortado en juliana.**

Cortar la cebolla como más nos guste**. Puede ser bien chiquita o en trozoz más grandes. Colocarla en una sartén con el aceite y rehogarla, es decir cocinarla hasta que adquiera una apariencia transparente con razgos dorados. Aquí es importante tener en cuenta que el aceite le otorga sabores extra a la comida, por lo que elegir aceite de oliva o de maíz dependerá del gusto de ustedes. Revuelvan para que no se vaya a quemar la cebolla.
Sacá la masa de tarta de la heladera para que sea más maleable.
Cuando la cebolla está como transparente (tratá de que no se queme, aunque un poquito de dorado no le hace nada), alejala del fuego.
Si optaste por sumar opcionales, en vez de sacar la sartén del fuego, incluí lo que quieras ponerle y cocinalo hasta su punto. Luego retirá la sartén del fuego para no quemar la mezcla.
En un bol pequeño colocá los 2 huevos y condimentá con sal, pimienta (blanca o verde son perfectas), nuez moscada y azúcar. Si te gustan las comidas más sasonadas podés agregarle jengibre, que potencia los sabores de la pimienta y la nuez moscada y le da un toque muy aromático a la tarta. Colocá el polvo para hornear, lo que hará que el huevo se ponga espumoso y cubra todo el relleno de la tarta. CUIDADO CON LA CANTIDAD DE CONDIMENTOS. SIEMPRE ES MEJOR TENER QUE AGREGARLE UN POCO MÁS DESPUÉS.
Sumás el huevo a la mezcla de la sartén y volvés a colocarla en el fuego. La idea es lograr que el huevo cuaje y se conecte con la cebolla (o la mezcla) de manera que quede todo combinado.
En una tartera (o plato sopero profundo, que tolere horno) poné una de las capas de la masa de tartas que previamente sacaste de la heladera. Luego colocá una capa fina del relleno, el queso cortado en fetas, el resto del relleno y, si te ha quedado, el queso sobrante. Tapa la tarta con la otra masa y apretá los bordes. Para que se una más fácil, ponele un poco de agua en la parte donde hacen contacto las dos masas, haciendo una función de pegamento JA.

Tarta de Cebolla y Queso - Imagen iustrativa
Llevalo al horno. No hace falta que hayas prendido el horno antes de la preparación, pero eso depende de tu cocina. Con el tiempo vas a conocerle los trucos y mañas, por lo que es mejor poder concentrarse en una sola cosa a la vez y no tratar de hacer todo al mismo tiempo. Cada 10 minutos revisá el estado de la masa (vas a ver que va a ir cambiando, primero a un aspecto transparente para luego ponerse como más blanca y luego comienza a dorarse). Cuando esté de un dorado oscuro, apagá el horno y dejá ta tarta dentro durante unos minutos. Es el momento de poner la mesa.

Tip
- Si comés sola/o, servite la porción en la cocina y llevá el plato servido a la mesa. La idea es que no te repitas más de lo necesario. Cuando termines, comé una fruta, si sentís que todavía tenés hambre.
- Acostumbrate a hacer de las comidas un rito donde estés tranquila/o. Tratá de disminuir el ritmo a la hora de comer. No comas de a grandes trozos. Disfrutá de los sabores de los diferentes condimentos.
- Tratá de no llevar la fuente con la comida a la mesa, porque eso puede hacerte tentar para comer más de lo debido.
- Sumá siempre una ensalada de lechuga. Antes, de compañía o después de la comida, es muy bueno incluir lechuga y otras verduras de hojas verdes como compañía. Ayudan a saciarte mejor y a la digestión.
- El líquido tratá de tomarlo 30 minutos antes de la comida y luego de comer esperá al menos otros 30 minutos más. Mientras menos líquido haya en la comida, mejor digestión tendrás.
- La costumbre de tomarse un té 30 minutos después de haber almorzado o cenado es una buena costumbre ya que ayuda a la digestión (me lo dijo una vez una nutricionista).

 Buen provecho!!!

 Notas:
 * Masa de tartas: más adelante voy a ir sumando recetas de masas de tartas, por si querés hacer todo el trabajo.

** El corte de los ingredientes depende de cuanta paciencia tengas, cuantas ganas de que tu comida se vea bien presentada y muchas veces también depende del tiempo que tengas disponible. Algunos cortes que vamos a usar seguidos son el curte Juliana, que básicamente es cortar la verdura en finas tiras. Más adelante haré un post sobre cortes para que se guien.


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